BIENVENIDOS AMIGOS !!!



En esta pagina podéis ver a un grupo de compañeros cordados en una misma ascensión y que no es otra que aventurarse en lo que más les apasionan: LAS MONTAÑAS; senderismo, alpinismo, espeleología, barrancos …son una muestra de las actividades realizadas por el EQUIPO A media horita durante todo el año.



Mario, Miguel Ángel, Javi, Fran, Manolo, José Luis y Sergio Eusebio son el grueso de este Equipo, pero no son los únicos, en numerosas ocasiones hay amigos que se deciden en dar un pasito al frente y nos acompañan en nuestras aventuras, vosotros podéis ser uno de ellos, animo y nos vemos en la cumbre…



Como no sabían que era imposible, lo hicieron.







Anónimo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

SIERRA DE LAS NIEVES

Cuatro café con leche, tres Cola Cao y rebanas de tostadas con lo que pille para todos...
La nueva aventura empezaba alrededor de una mesa camilla en la venta cercana al acceso al Parque Nacional Sierra de Las Nieves, Mario, Miguel Ángel, Fran, Eusebio, Javi y los dos Antonio eran los encontrados para ascender la montaña de Málaga, El Torrecilla, sus cerca de 2.000 metros no son más que un dato numérico...
Ruta a seguir
...y cuando esa sierra le da honor a su nombre es uno de los parajes mas enigmáticos de su genero, sus pinsapos centenarios guardan gran parte de la historia de generaciones y generaciones que bajo su atenta altitud vieron pasar y por el cual los siete compañeros querían dejar marcadas también sus huellas, bueno lo de dejar sus huellas es un decir ya que el sendero que asciende por la Cañada del Cuerno..pues eso..como un cuerno!!! había que afianzarse bien al suelo ya que este se encontraba bien helado y los resbalones se sucedían mientras que unos y otros estábamos con el rabillo del ojo esperando el resbalón del compañero para inmortalizarlo...


Cañada del Cuerno

Tras un duro y hermoso ascenso entre los pinsapos cubiertos por un manto blanco llegamos al Puerto de Los Pilones, desolado de nieve esa vez por la ventisca que corría esa mañana y la cual no nos dejaba ver nuestro objetivo por lo que proseguimos por un cómodo sendero cubierto de oro blanco hasta llegar a uno de los pocos lugares donde se conserva el mítico pozo en la cual retenían la nieve hasta muy avanzada la entrada del verano.

Pozo de nieve.
Tras un merecido descanso y repuesto las energías seguimos el sendero que dividía ese oro blanco... desde hacia tiempo veníamos sintiendo como si algo o alguien vigilaba nuestros pasos y efectivamente entre la niebla descubrimos quienes eran, no eran otros que los fantasmagóricos quejigos de la alta montaña dueños de aquellos parajes...

Quejigos.
Era ya avanzada hora de al medio día y todavía la cumbre no se veía y ya estábamos a su falda cuando..mirad!!! era soberbio!!! las nubes se abren lo suficiente para dejarnos ver lo justo, la cumbre, era extrapolable a cualquiera de los paisajes que pudieses ver en un tres mil, cuatro mil o ocho mil,las nubes estaban siendo vencidas por una montaña y las rendía bajo sus pies, aquella visión sobrecogió a mas de algunos de nosotros nos hizo ver a un gigante como si de igual manera Don Quijote transformaba sus molinos...

Cumbre.

... era fascinante subir esa cumbre e ir dejando atrás las nubes,¿Quien a dicho que no se puede caminar por encima de las nubes? Ya teníamos la cumbre al alcance de la mano pero antes teníamos que salvar la cresta la cual no dejábamos de admirar y la pasábamos con tanto mimo como si por la misma arista de Peuterey pasaras y ya esta, salvada!!! y ante nosotros, en lo mas alto no había mas que horizonte, 360º de pura naturaleza.. había que estar allí y en ese momento, no habrá otro igual, seguro, todos nos felicitamos cada uno a su manera, no daba ganas de bajar, queríamos quedarnos allí arriba pero había que descender no sin antes dar un abrazo a nuestra querida Sierra Nevada que majestuosa se levantaba en el horizonte.


Y con mas o menos pericia cada uno bajaba aquella ladera como más le apetencia hasta llegar de nuevo a su base, el Pilar de Tolox, donde junto a su abrevadero nos dispusimos a darnos un pequeño homenaje para una vez finalizado retornar sobre nuestros pasos , siendo una de las ultimas estampas la de un puñados de amigos descendiendo una montaña incidiendo en sus caras el Sol del atardecer en un filo del mar de nubes...
2 de Febrero 2010 Equipo A media horita.