La semana pasada, volvimos a
repetir lo que se ha convertido el producto estrella del verano del Equipo A
media horita y que no es otro, que realizar en un mismo día, la vía ferrata de
Gaucín y el barranco de las Buitreas.
En esta ocasión, a los más asiduos
de los a media horita: Miguel Ángel, Fran, José Luis y un servidor, quisieron
acompañarnos, Félix, Dani, Regina, Manuel Alonso y Alba, la más benjamín del
grupo, la cual nos demostró que apunta a muy buenas maneras.
La actividad empezó bien temprano
y debido a que solo disponíamos de cinco disipadores, (herramienta básica para
realizar una vía ferrata) el grupo se dividió en dos.
Algunos de ellos, seria la
primera vez que se enfrentarían a una vía ferrata, pero supieron resolver todos
sus pasos con soltura y sin ninguna complicación. Siendo esta, una de las más
complejas de la zona, por constar de tres puentes tibetanos y una tirolina.
Finalizado esta actividad,
bajamos con los coches a la Estación de Gaucin. Donde tras una dura hora de
caminata por el sendero, llegaríamos al inicio del barranco de las Buitreras,
donde nos colocaríamos los trajes de neoprenos y los arneses.
El barranco no supuso ninguna
dificultad, ya que las zonas de conflicto por los sifones no corría agua.
El barranco una vez más no defraudo a nadie. Ver
esas paredes erosionadas por la fuerza del agua, es impresionante.
Una vez refrescados en la última y larga poza del barranco, a escasos veinte minutos, estábamos de nuevo en los coches, donde antes de despedirnos, nos tomamos unas merecidas y exquisitas viandas, refrescadas eso si, con cervezas, en un restaurante en la entrada de Gaucín.
Donde contemplando todo el valle
del Genal y con unas risas sanas, pudimos dar a buen fin a este magnifico día
de montaña.