lunes, 21 de mayo de 2012
IX Travesía de Resistencia Parques Naturales de Los Alcornocales y del Estrecho 2012
Aquí os dejo la crónica que me ha hecho llegar nuestro
compañero Javi (más vale tarde que nunca), de lo que fue su segunda Travesia de
Resistencia PP.NN. Los Alcornocales y del Estrecho, que, junto a dos compañeros
de CES ESCARPE realizo el primer fin de semana de Mayo:
Prestos al
comienzo de la andadura de 55 Kms., con la presencia de unos 120 participantes,
nos dipusimos a colocarnos los chubasqueros y frontales para el inicio de la prueba a las 5:00 de la
mañana en la ciudad de Los Barrios, con una más que evidente amenaza de lluvia
con dirección a
Transcurridos
algunos kilómetros por la pista de las Corzas, comenzamos la subida al puerto
de
Sobre las 14:00
horas, llegamos al “Albergue Sur de Europa” donde nos esperaba el deseado
“picnic” compuesto por un zumo, bocadillo de tortilla, manzana y chocolate.
Decir que, como es habitual en “mis” expediciones, acompañé el bocata con dos
latitas de cruzcampo que llevaba en mi mochila. El zumo se lo entregué a una
“apuesta” muchacha de la organización.
Una vez degustado
el picnic con las dos latitas de cerveza, sobre las 15:00 horas, volvimos a la
senda cruzando la carretera nacional Algeciras-Tarifa, dirección a
Prestos al
comienzo de la andadura de 55 Kms., con la presencia de unos 120 participantes,
nos dipusimos a colocarnos los chubasqueros y frontales para el inicio de la prueba a las 5:00 de la
mañana en la ciudad de Los Barrios, con una más que evidente amenaza de lluvia
con dirección a
Transcurridos
algunos kilómetros por la pista de las Corzas, comenzamos la subida al puerto
de
Sobre las 14:00
horas, llegamos al “Albergue Sur de Europa” donde nos esperaba el deseado
“picnic” compuesto por un zumo, bocadillo de tortilla, manzana y chocolate.
Decir que, como es habitual en “mis” expediciones, acompañé el bocata con dos
latitas de cruzcampo que llevaba en mi mochila. El zumo se lo entregué a una
“apuesta” muchacha de la organización.
Una vez degustado
el picnic con las dos latitas de cerveza, sobre las 15:00 horas, volvimos a la
senda cruzando la carretera nacional Algeciras-Tarifa, dirección a
jueves, 3 de mayo de 2012
BUITRERAS DEL SALADO Y CASCADA DE LA CRICA
Son muchos años haciendo rutas con el Equipo A
media horita, ya ni sabría contabilizar los senderos y caminos andados; trochas montaña arriba montaña abajo, pero si que recuerdo cada una de las anécdotas e
historietas que hemos vivido en esas montañas y que guardados en nuestra caja
para siempre, serán revividas una y otra vez, cada vez que nos plazca.
Y tras varias horas metido en esta jungla, nos paramos en seco y sin ningún tipo de duda, dimos con la cascada dela Crica. Si de arriba
impresionaba su salto, desde abajo te daban ganas de tumbarte y dejarte atrapar
por la joya del Parque Natural de Los Alcornocales. El Paraíso de Adán y Eva
tenia que ser muy parecido a esto, lastima lo de la manzana y es que el hombre
tiene las neuronas justas
para echar el día, mira que perder todo esto por un “pero”, si hubiese sido por
unos carabineros tigres…pero no, por un pero?? Para “babuchearlos” ¡!!.
Nuevamente el Equipo se puso en
marcha el pasado sábado. En esta ocasión el grupo contaba con Miguel Ángel,
Mario, Javi, Manolo, Dani y yo, Sergio Eusebio. También tendríamos la suerte de contar con la compañía de Juan F. Marín un amante de la naturaleza y buen sabedor de como capturar con su inseparable cámara fotográfica, los más bellos rincones de nuestra montañas e igualmente sería nuestro guía durante toda la jornada.
Siempre que me enrolo en una
nueva aventura, me gusta saber un poco de ella y cual es mi sorpresa que el
lugar elegido esta vez, es una de las zonas mas bellas del Parque Natural de
los Alcornocales. Es poco conocida porque en las grandes guías que publican del
parque, no lo reflejan y todo ello motivado por el gran valor ecológico que
guarda y asi poder preservar en el tiempo lo más intacto posible, sobre todo de
su máximo depredador, nosotros el hombre.
Como dato curioso os diría que, un
biólogo británico llamado David Bellamy, la catalogo dentro de las diez
maravillas naturales de Europa.
Tras subir y bajar de Castellar
un par de veces en busca de un café, para activar al personal, nos dispondríamos
a empezar la ruta, que se iniciaría en la entrada de la pista forestal, que
bordea el pantano de Guadarranque.
Tras andar un par de kilómetros,
nos topamos con una gran verja que nos impedía continuar, pero que lo bordeamos
por su margen derecho, para tomar a pocos metros adelante, otro carril que sale
a la derecha y ya si, encaminarte a las primeras elevaciones de lo que se
denomina Las Buitreras del Arroyo del Salado.
Ya estas primeras formaciones,
nos recabo la atención, era impresionante como el desgaste del agua, del viento
y la calidad de esta piedra porosa, hacían que aparecieran decenas de abrigos
en plena peñas, donde hombres y animales se refugiaban desde que el mundo es
mundo, así lo constato numerosos restos de excrementos de cuadrúpedos y
sartenes y utensilios varios, que hallaríamos en una de ellas.
De una elevación a otra íbamos,
saltando y echando un vistazo, sorprendiéndote
a cada paso. Alrededor nuestra, un mar de alcornoques y rodeado del mejor color verde que
podemos ver, las hojas de los quejigos, que tras el invierno, renacían.
Juan se desenvolvía como pez en
el agua y nos guiaba de escándalo, comentandonos que todavía nos quedaba algo aun más
espectacular. Y así fue, tras bajar de estas peñas, salimos por encima de un
barranco impresionante. Bajo nuestros pies se abría un abismo, como si la
tierra se hubiera abierto en canal, nos encontrábamos encima de paredes de un
centenar de metros, donde en el fondo trascurría el Arroyo del Salado. A medida
que subíamos la vista, observabas en las paredes abrigos y huecos donde en
sitios prácticamente inaccesibles los grandes buitres tenían sus nidos. Juan ya
nos advirtió, que fuéramos con sigilo y con precaución, para evitar dentro de
lo posible, no alterar la paz de estas aves.
Tras observar a lo lejos lo dicho
anteriormente, pasamos a realizar la segunda parte del recorrido del día,
buscar el salto de agua llamado de la Crica. Bajando al caudal del barranco y tras andar
por unos instantes por el, pasamos a falta de sendero, por medio del canuto del
arroyo, donde saltando de piedra en piedra, hacía la delicia de todos, bueno,
unos mas que otros, todo dependía de la pericia que uno tuviese en no
engancharte a los pinchos de las zarzas.
Pero mereció mucho la pena, ya que, a
pesar de llevar poco caudal debido a las escasas precipitaciones del año, siempre
te acompañaba el chapoteo del agua, los helechos y sobre tu cabeza quejigos y
alcornoques que te abrigaban del sol, En un par de ocasiones, en pleno canuto, teníamos
que frenarnos en seco, ya que el canuto se rompía con saltos de agua, formando
cascadas de decenas de metros, que te obligaban bordearlos por sus márgenes.
Cada vez que llegábamos
alguno, pensábamos que era la cascada que buscábamos, pero sabíamos que no eran,
ya que la que buscábamos, era de más envergadura y tenia sus no despreciables
treinta y cinco metros de altura.
Y tras varias horas metido en esta jungla, nos paramos en seco y sin ningún tipo de duda, dimos con la cascada de
Pero bueno, hoy en día podemos
tener la suerte de disfrutar de estos paraísos, aunque tenga que ser en los días
libres, después de ganarte el pan, con el sudor de tu frente.
Bueno y la jornada concluyo como
casi siempre, delante de raciones y cervezas en un bar de Castellar, como fondo
el Barça y el Real Madrid que poco caso le hicimos…
Me preguntareis…¿No paso nada?,
¿Nadie se cayo?,¿Nadie se perdió…? Historieta y anécdotas si las hubo y no las
hemos traído para guardarla en nuestra caja para siempre, para revivirlas una y
otra vez, cada vez que nos plazca.
Un saludo de vuestro compañero
Sergio Eusebio, y Juan, muchas gracias por enseñarnos este “PEAZO” de ruta
montañera, un abrazo y nos vemos en la próxima.
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