BIENVENIDOS AMIGOS !!!



En esta pagina podéis ver a un grupo de compañeros cordados en una misma ascensión y que no es otra que aventurarse en lo que más les apasionan: LAS MONTAÑAS; senderismo, alpinismo, espeleología, barrancos …son una muestra de las actividades realizadas por el EQUIPO A media horita durante todo el año.



Mario, Miguel Ángel, Javi, Fran, Manolo, José Luis y Sergio Eusebio son el grueso de este Equipo, pero no son los únicos, en numerosas ocasiones hay amigos que se deciden en dar un pasito al frente y nos acompañan en nuestras aventuras, vosotros podéis ser uno de ellos, animo y nos vemos en la cumbre…



Como no sabían que era imposible, lo hicieron.







Anónimo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

"LA CLÁSICA"

Hace ya varios dias que guarde los crampones en el trastero, pero aun tengo la sensación de que los llevase puestos…
Un año más decidimos repetir nuestra ya Clásica ruta por los Señores Tres Miles y que no es otra que partiendo desde el pueblo Alpujarreño de Trevelez, subir al Mulhacen por Siete Lagunas, para posteriormente bajar al Refugio de la Caldera y hacer noche hasta la mañana siguiente donde volveríamos al punto de partida.
Eran las seis de la mañana cuando un nutrido grupo de mochilas se adentraban por las callejuelas de Trevelez, buscando la salida hacia las montañas, esta vez casi conseguimos pleno, Javi, Mario, Miguel Ángel, Fran con su valiente Kyran y el guaperas de Eusebio, lastima que Manu no nos pudiera acompañar esta vez, la verdad es que lo tuvimos muy presente durante todo el recorrido, faltaba algo, en fin, no nos puedes faltar en la próxima, pero a este veterano grupo se le une otros dos compañeros, Caneco con su característico gorro de trencitas y su bastón de tierras asturianas y el otro Javi con un catarrazo del quince que le acompañaría durante toda la travesía y que sin quererlo, se convertiría protagonista de esta aventura.



Con los claros del día y viendo un placentero amanecer, nos encontrábamos todos apoyados en una peña desayunando, yo, me encontraba mas a gusto que un guarro en una charca, buena compañía, vistas impresionantes de la sierra y entre mis manos un “peaso” de palmera de chocolate artesanal que mi buen compañero M..Ángel me compro….otros con un termo de te, otro echándose vaselina en las botas…




Y por fin y tras un largo ascenso pisamos las primeras palas de nieve, las cuales, ya nos indicaba el estado en el que se iba a encontrar esta, HIELO, en ningún momento recuerdo que dejaramos huella de pisada, solo, se quedaban marcado las puntas de nuestros crampones,
Eran las once de la mañana y nos encontrábamos junto a la pequeña represa antes de subir a Siete Lagunas, allí, dio tiempo a un poco de todo, comer, ir a sembrar, tumbarse a dar una cabezadita, en fin esparcimiento vario, pero en la partida ya teníamos todos los crampones a mano y es que nos esperaba la primera rampa fuerte del día y eso que ya habíamos calentado motores hasta llegar a donde estábamos.



Desde que empecé andar con el grupo A media horita, nunca me ha faltado mi cámara digital en busca de ese momento fotográfico, que para contrarrestar mi memoria pez, me haga revivir una vez pasado el tiempo, algunos momentos de mi paso, nuestro paso, por esas montañas, es por ello, que a veces, me entretengo tanto en captar esa imagen que me gusta, que pierdo la noción del tiempo y más ahora con la cámara de video, no se, no me gustan las fotografías de personas ocupando el primer plano dejando tan solo un minúscula porción de paisaje detrás de ellos, me gusta lo contrario, el paisaje y dentro de el todo lo demás, a que viene todo este rollo, pues bien, como comentaba nos disponíamos afrontar esa gran pared de hielo con el compañero Caneco, el cual no dejaba de dar su punto de humor a la ascensión, cuando me paro y observo a lo lejos, en la pared que teniamos que subir ,dos puntitos, no me lo podia creer, echo mano de la cámara de video y pongo el zoom a tope y es cuando capto la silueta de Fran y Kyran y un poco más abajo Miguel Ángel, estaban muy fuertes y nos aventajaban bastante, yo me detuve y les estuve filmando esa ascensión, recogiendo y alargando el zoom y viendo como finalizaban la subida a Siete Lagunas, me gusta la imagen del montañero subiendo por donde teóricamente parece casi imposible, es tal la ventaja que sacaron, que cuando llegué estaban profundamente dormidos con sus esterillas junto a la helada laguna Hondera



En pocos minutos el bueno de Caneco, llego a donde estábamos y sin pensárselo y aprovechando el solecito, quiso imitar a los otros dos, pero versión Caños de Meca, de mientras, yo, no podía estar ausente de lo que tenia enfrente mía y no dejaba de gravar y buscar con mi cámara al resto de compañeros, Javi se encontraba ya a a pocos metros de llegar, pero el otro Javi empezaba ya a renquear haciendo numerosas paradas para retomar el aliento, Mario le acompañaba y parecía que lo estaba oyendo… “venga Javi, que en media horita estamos en el Mulhacen…”
Eran las dos de la tarde y ya si nos encontrábamos todos en Siete Lagunas, al pobre Javi ya se le notaba bastante cansado y aun más desanimado cuando le señalamos la cuesta del Resuello,
-”Vosotros estáis locos!!!”- nos dijo, mientras no dejaba de intuir como iba a salvar aquella otra pared dy hielo, a todo esto, delante mía incertidumbre, todo debido a la gran masa de nubes que no dejaban de entrar por el Este y que amenazaba con dejarnos en tinieblas-”que si mejor que tiremos para bajo” “que no, que es mejor para arriba” al final se decidió lo que todos queríamos, para arriba, (nos gusta mas levantar una polémica)



Ya nos encontrábamos repartidos por esa cuesta helada, siendo Fran y Kyran los primeros de la cordada, Fran no dejaba de dar ánimos a su malamute y es que la intuición del animal le decía que por ahí no lo veía claro, era numerosas las veces que retrocedía la pendiente pero la voz de su amo vencía su temor y avanzaba, pero, su intuición no le estaba dando falsos avisos y en las primeras de cambio pierde los cuartos traseros y se desliza pendiente abajo a todo meter, intentando auto detenerse pero sin conseguirlo, por suerte llego a una zona mas llana y consiguió pararse, el susto fue mayúsculo, pero por suerte sin consecuencias para Kyran, subiéndolo posteriormente Fran y Yo con sendas cuerdas amarradas al arnés del valiente y fiel animal.
Tras reponernos un poco ya en lo alto, quedaba ya el ultimo asalto al Rey de la Península, pero antes había que salvar para lo que para mi es lo mas tedioso de la ruta, la Loma del Mulhacen, no es una pendiente muy pronunciada, pero es interminable, ves a lo lejos el fin de la loma, llegas y ves otra a lo lejos, así numerosas veces, pero si en otras ocasiones se hace pesado, ese día se multiplicaba, fuerte viento, frío y para colmo nos devoró las nubes provocando una intensa niebla, ¿Se podía pedir mas? Si.
Fran y Miguel Ángel iban delante y Javi, Mario y el orto Javi detrás y yo y Caneco en medio, uniendo los dos grupos para no perdernos, aunque no quedaba otra, tooooo para arriba, el Mulhacen es lo más alto.



Hacia ya bastante tiempo que la mochila de Javi la íbamos relevándonos para si aliviarle un poco la subida, iba mal, por lo que decidieron la mitad del grupo sacrificar la subida al Mulhacen y acompañarlo lo mas pronto a la Caldera.
Eran las Cinco de la tarde y me hallaba junto a Miguel Angel, Caneco, Fran y su inseparable Kyran en la Cima del Mulhacen, Hubo poco tiempo de celebración, ya que, el mal tiempo te hacia desistir de estar mucho tiempo allá arriba y lo que ya nos pedía el cuerpo era el abrigo del refugio de la Caldera.



A escasos cien metros del descenso de la cumbre, nos encontramos con el resto del equipo que desestimo hacer cumbre, me extraño tela, pensábamos que nos aventajaría mucho mas… pero solo me dio tiempo a escuchar a Mario que el primero que llegase al refugio calentara agua para beber algo caliente y con esa premisa enfile dirección a la Caldera, que en pocos segundos se la engullo la niebla que por el Collao del Ciervo penetraba. dejándonos a todos sin visión del uno del orto ya que nos encontrábamos esparcidos cuesta bajo.

Intuyendo de lo que iba a pasar, cojo referencia de dos enormes rocas en la dirección hacia el refugio y hacia ellas me encamino, intuyendo que las tengo enfrente, intento atisbar alguna huella, ya que, es un recorrido muy frecuentado, pero nada, esta todo borrado, de vez en cuando paro para no salirme de lo que creo que es la dirección buena, para ver si levanta la niebla algo, a todo esto escucho gritar a alguien detrás mía, es nuestro Javi, le grito que hacia delante, que esta a escasos sesenta metros de mi, pero no me ve, ahora en la zona que me encontraba levanta levemente la niebla y deja ver las rocas que tenia como referencia y hacia ellas me encamino, no sin estar constantemente guiando a Javi que seguía sin verme, poco a poco conseguimos llegar al refugio Javi y yo, cojo los dos frontales y salgo en busca de los demás y es cuando Fran pasa por mi lado y se introduce en el refugio y me indica que me espere que me acompañaría, mientras yo en el exterior observo una imagen que para mi se quedara grabada para los restos y es como desde media cima del Mulhacen viene deslizándose algo que en un principio no sabia lo que era y que no era otra cosa que la mochila de Javi, Fran ya estaba junto a mi y en pocos minutos nos encontrábamos los dos gritando al resto y haciendo señas con los frontales, Javi de mientras calentaba agua y alumbraba desde el exterior del refugio, la niebla no se iba, por el contrario aumentaba, de pronto deslumbramos una tenue luz, era la linterna de Caneco, otro más para el refugio, solo nos quedaba Mario, Miguel Ángel y Javi.



Eran aproximadamente las siete y media de la noche cuando levanta la niebla y vemos cerca del Collao del Ciervo la luz de un Frontal, parecía que no bajaban ,pero si, aunque muy lento. Ya se encontrarían a unos dos cientos metros y el viento nos traía la característica voz de Mario con su inconfundible forma pachanguera de dar ánimos, que tan buen resultado da, Fran y yo no resistimos más y salimos a su encuentro, allí bajaban los tres y pronto nos encontrábamos todos bajo el buen refugio de la Caldera y el caracteristico olor del pacharan que huelen sus paredes.



Tanto la larga noche en la Caldera y en estos días que hemos coincididos y hemos hablado largo y tendido de lo que allí ocurrió y que yo, en breves y torpes palabras he relatado , no he querido obviar lo que ocurrió, porque considero que la montaña tiene esa dos caras, muy gratificante pero a su vez implacable al mas mínimo descuido, pero sí, me guardo los sentimientos y pensamientos que en esos momentos vivimos todos allí arriba, a mas de tres mil metros, solo y aprovechando la oportunidad que me brindáis en poder colgar las crónicas de nuestras aventuras en este nuestro blog, hacer una mención especial a Mario y a Miguel Ángel los cuales son culpables de habernos metido en vena la pasión por las montañas y los valores que esta conllevan y que quedaron sobradamente demostrado.
Ya entraba la claridad por la ventana del refugio y ya estaba hasta los cataplines de estar tumbado, por lo que me levante y tras encender el infiernillo fueron levantándose el resto de la peña, la noche había sido dura, sobre todo para algunos, ya que estuvo inmerso en un ataque de pistachos.
Tras una buena taza de te y bollería industrial, salíamos como hormiguitas del refugio camino a Trevelez y otros hacia el área recreativa de Capileira, donde los conductores quedarían en recogerlos.



El itinerario a seguir era en un principio ir faldeando por debajo del Mulhacen dirección Mirador de Trevelez, pero al llegar al paso llamado de los franceses, yo y Miguel Ángel no lo veíamos claro, ya que el gran carril era toda una gran pendiente que el más mínimo descuido te haría caer y con pocos metros para detenerte, por lo que bajamos cota y pasamos mas pegado al río Mulhacen y fue ahí donde nuevamente Miguel Ángel y yo volvimos a coger cota para recortar al mirador de Trevelez y de allí ya todo bajada hasta el pueblo alpujarreño, que donde más que llegar nos sorprendieron con una llamada, diciendo que ya se encontraban en el área recreativa.
Eran las cinco de la tarde cuando ya nos encontrábamos todos sentados en una buena mesa de un restaurante de Capileira, frente al típico plato alpujarreño y esta vez y con más motivo, alzando nuestras copas, brindamos por nosotros. Todo había terminado, ya nos dirigíamos nuevamente al Sur del Sur, las montañas iban quedándose atrás, pero con nosotros venían un puñado de vivencias nuevas… nunca es lo mismo, aun siendo lo mismo, la Clásica siempre es la Clásica.

3 comentarios:

  1. Feilices Fiestas compañeros de cordada y que el año próximo nos traigan mucha más montaña.
    Un saludo.

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  2. Muy buena redacción de la aventura, si señor. Mi más sincero mensaje de ANIMO a Javi y espero que siga viniendo con el grupo. Tuvo mala suerte que en la primera salida que hace con nosotros, se complicara tanto la climatología, solo faltó que nos hubiese llovido y habríamos hecho pleno. Un abrazo a todo el equipo y a preparar la próxima.

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  3. Te sigues superando, peazo de redacción SÍ SEÑOR!!!
    Esperemos que este año que entra nos traigan más salidas con todos los compis de A Media Horita. Felices Fiestas y saludos de Fran y Kyran

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